22.2.07

Sueño I

Estoy en un lugar cerrado, probablemente una cocina en una casa vieja y grande, como la de mi infancia. Veo una tela de araña, más o menos a la altura de mi rodilla. La araña sale y la agarro con la mano. Nunca me dieron miedo las arañas, desde chico supe cómo agarrarlas para que no piquen. Pero esta es grande, marrón oscura, la sensación característica de las patas en mis dedos. Tengo que tener cuidado de no aplastarla pero también de que no me pique. La agresividad de la araña se nota en sus movimientos rápidos, decididos, imprevisibles. Veo sus ojos y sus quelíceros (eso con lo que pica) que buscan mi piel, su cefalotorax plano que gira peligrosamente contra mi dedo. Por alguna razón la suelto o se suelta y sale volando con un zumbido metálico, me aparto para que no me dé en la cara. No es una araña sino una especie de escarabajo o moscardón grande, algo peligroso, algo que zumba. Se posa en algún lugar a cierta distancia de mi rostro: es algo peludo y ya mucho más grande. Un mono. Chilla. Se ven su cara y sus dientitos. Me mira. Se lanza a mi cara. Me despierto.

Etiquetas: , ,