Crónicas de Ciudad Crónica - I
I - El Jefe Carter
Graham Voligoma fue destituido de su puesto.
El Jefe Carter, gerente de redacción del prestigioso matutino Daily Papas llamó a su secretaria por el conmutador.
- Adolfa, comuníqueme con Recursos Humanos.
- Al instante, sire.
Al rato una voz metálica preguntó.
- ¿Si Jefe Carter?
- Oiganme bien, porque no lo repetiré: he despedido a nuestro reportero estrella, necesito otro para reemplazarlo. Necesito que sea joven, dinámico, incansable, joven. Un verdadero sabueso. Dinámico, incansable. Cinco candidatos para el miércoles que viene, quiero entrevistarlos personalmente. ¿Entendido?
- Entendido Jefe Carter.
Centenares de candidatos fueron convocados a la preselección. Decenas de agencias de empleo en Ciudad Crónica activaron la febril máquina de research & check para dar con el perfil preciso.
Ciudad Crónica, perfecta máquina de picar carne. Chicas guerreras. Violencia. Chicles en los asientos de los colectivos. Travestis con glamour y putas cuchilleras. El puesto era no apto para mariquitas delicadas, ni para metrosexuales peinaditos. El candidato debía ser audaz, inescrupuloso. Capaz de meter las manos en el barro para conseguir la primicia.
El Jefe Carter lo decía:
- Si ves caer a tu madre del balcón y vienes inmediatamente a la redacción con la primicia... ¡entonces no me sirves para nada, idiota! ¡Debes sacar fotos antes!
II - Búsqueda frenética
El bestial proceso de preselección. En Ciudad Crónica nadie quiere quedarse afuera. Quedarse afuera es no existir, ser un looser, violentamente arrojado a los bordes podridos de la sociedad. Hubo cuatro muertos: un acuchillado por un rival en la entrada del periódico, uno que se mató en la avenida principal por no llegar tarde, uno muerto de un ataque al corazón angustiado por la implacable entrevista, y uno que se suicidó al ser rechazado.
Por fin cinco preciados nombres fueron arrojados entre los miles:
Melquíades Bullshot
Samaritano Martinez
Benedicto Rozemblum
Pablo Corrales Smith
Richard de las Mercedes del Cioppo
La suerte estaba echada.
III - La recta final
Primera entrevista: Melquíades Bullshot, un joven regordete con aspecto mantecoso de cerdito rubio. Sus mejillas rozagantes flanqueaban una sonrisa de enfermo. El Jefe Carter comenzó su interrogatorio:
- ¿Es Ud. necrófilo?
- Sí.
- ¿Desde cuándo?
- Desde que tengo uso de razón - sonrisa enferma - creo que siempre me atrajeron las personas cuando ya están más bien tranquilitas y quietas - su sonrisa se hizo más tierna - debuté a los 13 años.
- No me cuente lo que no le pregunto. Su currículum dice que Ud. entrevistó al actor Antonio Ferruccio en el momento de saltar desde la torre del Hotel Emiralia, totalmente pasado de coca, ¿es verdad?
- Si.
- ¿Es cierto que vendió las fotos del actor saltando al vacío en zolcilloncas a Revista Garcas, que se la tenía jurada a Ferruccio?
- Es.
- ¿Dónde está su madre en este momento?
- Probablemente en casa, repleta de ansiolíticos.
- Váyase, ya lo llamaremos.
Segunda entrevista. Samaritano Martinez era un enano con una cabeza parecida a una masa para hacer pan. También sonreía, una sonrisa amplia de retrasado; pero su CV era impresionante. El Jefe Carter, implacable con su toscano al costado de la boca, empezó cortante.
- Admita que Ud. come mierda.
- Por supuesto.
- ¿Su mayor logro profesional?
- Fui reportero estrella del Chronical Disease.
- Veo que Ud. consiguió la nota exclusiva con la travesti Antonina Diaz Coghorn , el dia de su operación para el cambio de sexo. La operación paso a paso. Las fotos son impresionantes, pero no entiendo quién es la vieja bruja que aparece en una de ellas.
- Mi papá. Fanático de la Coghorn.
- Váyase, lo llamaremos.
Tercera entrevista: Benedicto Rozenblum era un joven muy delgado con aire inseguro. Se sentó con las piernas y las manos muy juntas.
- Creo que ya nos conocemos. Ud en su otra vida fue una cucaracha, y en esta lo han bajado de nivel.
- Perdón.... yo...
- No me diga nada, Ud. no es periodista.
- ¿Cómo lo adivinó?
- Yo soy Dios.
- Ehhm...
- Quiero que me traiga a su madre en dos horas aquí, en pelotas.
- Ehhh... si, claro.
- No me sirve, muchacho, no me sirve. Dudó dos segundos. No importa que no sea periodista, pero tiene que ser rápido, ¿me entiende? rápido, implacable, seguro, decidido. Trabaje en algún circo. Ya lo llamaré si decido montar uno. Adiós.
Cuarta entrevista: Pablo Corrales Smith, el siguiente candidato, era un muchacho de mirada ansiosa y entusiasmada. Se notaban sus muchas ganas de trabajar.
- Siéntese y no hable.
El candidato lo hizo.
- Su madre es prostituta ¿no es así?
- ¿Perdón?
- No le dije que hable aún. Cállese cuando me conteste.
- Eh… yo...
- Ud. no existe, ¿comprende? ¿Alguna vez se pregunto qué es Ud? ¿A quién le importa Ud? Ud. es un insecto. Un imbécil. Nadie. Su familia para Ud. es importante ¿no es así? Bien, su familia es un frasco lleno de cagaditas de mosca. Podrían matarlos a todos y no pasaría nada importante. ¿Tiene hermanos?
- Bueno, yo…
- Seguro que son artistas, o una mierda maricona por el estilo. Putos. Basura. Parásitos. ¿Sabe qué opino? Opino que Ud., sí: Ud. está de más en el mundo. Escoria de mierda. Arrastrado. Viene aquí ¿a qué? A mendigar un puestito. A lamerme el culo lo mejor posible. Ojalá esté pasando malos momentos, se lo deseo de corazón, ojalá su abuelita esté por reventar y necesite dinero desesperadamente. Casi me veo tentado de darle el trabajo para convertir su vidita en un infierno, volverlo loco de angustia y torturarlo hasta el fin de sus días, forro de mierda.
- Perdone pero yo…
- No lo perdono. No merece perdón, bufarrón barato. Es maravilloso vivir en un país de mierda como éste y tener un poco de poder, es fantástico. Puedo jugar con las vidas de mucha gente, soy Dios, ¿me entiende? Dios ¿No lo sabe, no es así? Ud. jamás tuvo poder sobre nadie. Sueña con ese día ¿no es así? Con trabajar duro y llegar, ¿no es así? Siga soñando imbécil. Aprenda. Puedo ordenarle que le haga una fellatio a mi perro enfermo. Y lo hará. Sé que lo hará, prostituta. La ambición y el miedo a la miseria son muy poderosos, ¿entiende, piojo maloliente ?
El candidato se quedó mirando perplejo, parpadeando, pálido y confuso. El Jefe Carter aulló:
- ¡¡Váyase a la mierda, retardado, hijo de puta!! ¡No me haga perder más mi tiempo! ¡Fuera de mi vista antes de que llame a Seguridad!. – y sin esperar tocó el botón del conmutador – ¡Seguridad, rápido! Aquí hay un individuo peligroso que se niega a irse. ¡Vengan de inmediato, quiere atacarme!
Vacilante, el muchacho se levantó, pero ya era tarde. Dos gorutas con cascos y bastones lo atraparon y comenzaron a darle rápidos golpes en la boca del estómago y las costillas. El muchacho pedía socorro. El Jefe Carter, sonriendo excitado pidió aún:
- ¡Golpéenlo más! ¡Con el aerosol en la jeta! ¡Es muy peligroso!
Cada vez que había selección de candidatos era igual. El Jefe Carter siempre pedía uno de más, y de entre ellos, según la cara, el momento o lo que sea, uno recibía este tratamiento. El Jefe Carter hacía esto desde hacia varios años por sugerencia del médico, y le hacía verdaderamente bien. Muchas supuestas búsquedas no eran en realidad más que necesidad del Jefe Carter de divertirse un rato mediante una sana descarga de tensiones.
El goruta le lleno la cara de spray de autodefensa. El muchacho boqueó desesperado, los ojos le quemaban, no podía respirar. Cuando el Jefe Carter asintió por fin satisfecho lo arrojaron a la calle brutalmente.
No hay que creer que estas diversiones eran totalmente impunes. En cierta ocasión un candidato perdió un ojo por un golpe mal dado. La familia inició acciones judiciales contra el diario y obtuvo una severa condena que significó al periódico una multa de 4 dólares. El periódico progresista Docena de Huevos lo calificó como « Un resonante triunfo de la justicia y el civismo".
Más calmo, el Jefe Carter puso de nuevo cara seria y esperó al siguiente candidato.
Richard de las Mercedes del Cioppo era un joven atildado, de rostro encantador, traje impecable y peinado con un jopo engominado muy años ’50. Llegó con una bolsa de compras en la mano y tomó la palabra primero.
- Lo siento, he llegado 12 segundos retrasado porque he tenido que ayudar a mi abuelita con el discurso que pronunciará en la Sociedat de Damas de Caridat Saint Louis Vuitton. Están preparando una gran colecta para dotar a la guardería de la policía de mamaderas, pañales, picanas y libros de texto para enseñar a los niños a quemarlos… el Señor es mi pastor, y yo soy sólo una pequeña cabra.
- Ahórreme eso, Ud. sin duda es un homosexual.
- Jamás, eso es pecado.
- ¿De qué agencia de empleo viene?
- Slaves&Bulldozers.
- Conozco al dueño. De joven quería ser literato, se dedicaba a esas mariconadas de escribir hasta que descubrió su verdadera vocación: traficar con carne humana de segunda, como Ud.
- Acepto su cumplido.
- ¿Asesina niños y se los come?
- Todos somos hijos de Dios.
- Insisto, tiene Ud. cara de bufanda.
- De ninguna manera. El pecado no entrará en la casa de San Justo.
- Se hace romper el culo bajo los puentes.
- ¿Acaso Dios no le dijo a Abraham : "Vete, oh pelotudo"? Epístola a los Tarúpidos, Versículo III , mano derecha al fondo.
- Bien, me convenció. Ahora sorpréndame de una vez. Tiene un minuto.
- Soy un humilde trabajador, vengo a ofrecer mi corazón.
Dicho esto rebuscó en su bolsa y sacó un precario paquete de papel de diario (diario de la competencia, por supuesto). Lo depositó sobre la mesa y lo abrió. El Jefe Carter se inclinó
- ¿Qué es esta porquería?
- Un hígado humano – dijo Richard de las Mercedes muy serio y preciso.
- ¿Trabaja en un hospital ?
- No, es de una estudiante universitaria. Muy fresco, sólo tiene unas horas desde que fue sacado de su sitio.
- …
- Bensonanjeches
- ¿Qué dice?
- Bensonanjeches, ¿no le dice nada ese nombre?
- ¿Se refiere al asesino serial ?
- Exacto. Bensonanjeches. El asesino serial más misterioso que hubo jamás en Ciudad Crónica. Mata porque sí, y a cualquiera: ancianas de 80 años, contadores aburridísimos, amas de casa, colectiveros, millonarios, cantantes de cumbia, prostitutas, escolares. No tiene patrón, a algunas personas las somete a torturas espantosas y a otras simplemente les encaja un tiro o un garrotazo. Es tan versátil que la policía no está segura de atribuirle varios crímenes sin resolver. Está lejos de ser un loco o un psicópata, mata por el simple placer de matar, para él es como la alegría de vivir. Un hobby inocente. No quiere vengarse de nadie y se llevaba perfecto con su madre y su padre, a quienes ama. Es verdaderamente feliz porque el Señor está con él y lo protege de todo mal.
- ¿Y Ud. cómo sabe todo eso ?
- Porque es amigo mío.
El Jefe Carter lo miró con desconfianza. Richard de las Mercedes sonrió con su sonrisa franca y agradable.
- Oh, no, no. Yo no soy él. No, por favor, no estoy a su altura, ¿sabe? Un respetado crítico de arte ha afirmado que lo que Bensonanjeches hace son realmente obras de arte; un arte verdadero, visceral en el sentido literal de la palabra, profundo. Algo que por fin nos hace sentir de verdad. Bensonanjeches es el artista que esta sociedad necesita: sincero, valiente, que nos sacuda, nos dé escalofríos y nos saque de este aburrimiento mortal.
- No entiendo nada de arte ni me interesa. Noticias, yo quiero noticias. Realidad al instante, tiempo real. El público quiere estar en vivo y en directo con la noticia en su mesa, el cadáver con su desayuno. Quiero noticias YA.
- Y las tendrá Mr. Carter.
Su celular sonó.
- ¡Hola! ¿Qué tal? Si… justamente… claaaaaro… si, si… por supuesto… bien
…perfecto, esperá un segundito ¿eh? – ¿Quisiera atender a un amigo mío Mr. Carter ?
- No me diga que…
- En efecto, es él. Si tiene la bondad...
Richard pasó el celular al Jefe Carter. El Jefe Carter escuchó un alarido y un ruido como de hamburguesas a la plancha. Luego otro alarido espantoso.
- Es él, está trabajando duro esta semana. Se trata de su última obra, por lo que me ha contado será algo bonito. Dentro de dos horas estaré en condiciones de decirle el sitio exacto de ambos cadáveres: éste y el de la chica.
El Jefe Carter lo miró sorprendido, luego reaccionó y preguntó:
- ¿Es… siempre así? ¿Puede Ud. anticipar cada caso ?
- Exacto, con la ayuda del Señor.
- ¿Siempre ?
- Bensonanjeches es mi amigo. Un amigo de los que ya no quedan, de fierro como quien dice. Un hombre de misa diaria. Siempre me dará la data precisa.
El Jefe Carter lo miró fijamente, demostrando ya estar francamente impresionado.
- Esperaré esas dos horas.
IV - No se preocupe, muchacho
El Daily Papas pudo saborear el placer de que uno de sus reporteros llamara a la policía.
Dos cuerpos. El de la muchacha, bajo un puente en la zona Sur de los suburbios, sin el hígado y con un vulgar tiro en la cabeza.
El segundo fue un trabajo excelente. Resultó ser Tufic Memet García, comerciante. Fue encontrado en el fondo de su almacén, sentado en un sillón rojo con la cabeza cortada en las rodillas y un cigarrillo en la boca. En el lugar de la cabeza, encajado en la columna vertebral, un rollo de papel higiénico con unos ojos y boca dibujados en una graciosa carita. Los dedos de las manos estaban cortados y dispuestos por toda la habitación de forma muy graciosa: uno en el cenicero a modo de cigarrillo, otro dentro de un pocillo de café, otros dos en el enchufe… pero en la escena del crimen sólo se encontraron nueve dedos, revelándose el pequeño misterio en la autopsia: el décimo estaba metido en el culo.
- Bensonanjeches ama hacer estas bromas. Es su estilo, y también su forma de decirnos que aún en los momentos más difíciles y trágicos, no debemos olvidar la sonrisa. – Richard sacó un pañuelo y se pasó la punta por los ojos – perdone si me emociono a veces…
- No se preocupe, muchacho.
El Jefe Carter se comunicó con su secretaria
- Adolfa, tómeme las llamadas, voy a mostrarle a este muchacho su escritorio y a presentarlo en sociedad.
V- Epílogo
Graham Voligoma, ex reportero estrella del Daily Papas, consiguió un buen laburito como RRPP de la Secta Moon.
Mientras tanto, en la Gran Ciudad Crónica, una nueva hora comienza...
Graham Voligoma fue destituido de su puesto.
El Jefe Carter, gerente de redacción del prestigioso matutino Daily Papas llamó a su secretaria por el conmutador.
- Adolfa, comuníqueme con Recursos Humanos.
- Al instante, sire.
Al rato una voz metálica preguntó.
- ¿Si Jefe Carter?
- Oiganme bien, porque no lo repetiré: he despedido a nuestro reportero estrella, necesito otro para reemplazarlo. Necesito que sea joven, dinámico, incansable, joven. Un verdadero sabueso. Dinámico, incansable. Cinco candidatos para el miércoles que viene, quiero entrevistarlos personalmente. ¿Entendido?
- Entendido Jefe Carter.
Centenares de candidatos fueron convocados a la preselección. Decenas de agencias de empleo en Ciudad Crónica activaron la febril máquina de research & check para dar con el perfil preciso.
Ciudad Crónica, perfecta máquina de picar carne. Chicas guerreras. Violencia. Chicles en los asientos de los colectivos. Travestis con glamour y putas cuchilleras. El puesto era no apto para mariquitas delicadas, ni para metrosexuales peinaditos. El candidato debía ser audaz, inescrupuloso. Capaz de meter las manos en el barro para conseguir la primicia.
El Jefe Carter lo decía:
- Si ves caer a tu madre del balcón y vienes inmediatamente a la redacción con la primicia... ¡entonces no me sirves para nada, idiota! ¡Debes sacar fotos antes!
II - Búsqueda frenética
El bestial proceso de preselección. En Ciudad Crónica nadie quiere quedarse afuera. Quedarse afuera es no existir, ser un looser, violentamente arrojado a los bordes podridos de la sociedad. Hubo cuatro muertos: un acuchillado por un rival en la entrada del periódico, uno que se mató en la avenida principal por no llegar tarde, uno muerto de un ataque al corazón angustiado por la implacable entrevista, y uno que se suicidó al ser rechazado.
Por fin cinco preciados nombres fueron arrojados entre los miles:
Melquíades Bullshot
Samaritano Martinez
Benedicto Rozemblum
Pablo Corrales Smith
Richard de las Mercedes del Cioppo
La suerte estaba echada.
III - La recta final
Primera entrevista: Melquíades Bullshot, un joven regordete con aspecto mantecoso de cerdito rubio. Sus mejillas rozagantes flanqueaban una sonrisa de enfermo. El Jefe Carter comenzó su interrogatorio:
- ¿Es Ud. necrófilo?
- Sí.
- ¿Desde cuándo?
- Desde que tengo uso de razón - sonrisa enferma - creo que siempre me atrajeron las personas cuando ya están más bien tranquilitas y quietas - su sonrisa se hizo más tierna - debuté a los 13 años.
- No me cuente lo que no le pregunto. Su currículum dice que Ud. entrevistó al actor Antonio Ferruccio en el momento de saltar desde la torre del Hotel Emiralia, totalmente pasado de coca, ¿es verdad?
- Si.
- ¿Es cierto que vendió las fotos del actor saltando al vacío en zolcilloncas a Revista Garcas, que se la tenía jurada a Ferruccio?
- Es.
- ¿Dónde está su madre en este momento?
- Probablemente en casa, repleta de ansiolíticos.
- Váyase, ya lo llamaremos.
Segunda entrevista. Samaritano Martinez era un enano con una cabeza parecida a una masa para hacer pan. También sonreía, una sonrisa amplia de retrasado; pero su CV era impresionante. El Jefe Carter, implacable con su toscano al costado de la boca, empezó cortante.
- Admita que Ud. come mierda.
- Por supuesto.
- ¿Su mayor logro profesional?
- Fui reportero estrella del Chronical Disease.
- Veo que Ud. consiguió la nota exclusiva con la travesti Antonina Diaz Coghorn , el dia de su operación para el cambio de sexo. La operación paso a paso. Las fotos son impresionantes, pero no entiendo quién es la vieja bruja que aparece en una de ellas.
- Mi papá. Fanático de la Coghorn.
- Váyase, lo llamaremos.
Tercera entrevista: Benedicto Rozenblum era un joven muy delgado con aire inseguro. Se sentó con las piernas y las manos muy juntas.
- Creo que ya nos conocemos. Ud en su otra vida fue una cucaracha, y en esta lo han bajado de nivel.
- Perdón.... yo...
- No me diga nada, Ud. no es periodista.
- ¿Cómo lo adivinó?
- Yo soy Dios.
- Ehhm...
- Quiero que me traiga a su madre en dos horas aquí, en pelotas.
- Ehhh... si, claro.
- No me sirve, muchacho, no me sirve. Dudó dos segundos. No importa que no sea periodista, pero tiene que ser rápido, ¿me entiende? rápido, implacable, seguro, decidido. Trabaje en algún circo. Ya lo llamaré si decido montar uno. Adiós.
Cuarta entrevista: Pablo Corrales Smith, el siguiente candidato, era un muchacho de mirada ansiosa y entusiasmada. Se notaban sus muchas ganas de trabajar.
- Siéntese y no hable.
El candidato lo hizo.
- Su madre es prostituta ¿no es así?
- ¿Perdón?
- No le dije que hable aún. Cállese cuando me conteste.
- Eh… yo...
- Ud. no existe, ¿comprende? ¿Alguna vez se pregunto qué es Ud? ¿A quién le importa Ud? Ud. es un insecto. Un imbécil. Nadie. Su familia para Ud. es importante ¿no es así? Bien, su familia es un frasco lleno de cagaditas de mosca. Podrían matarlos a todos y no pasaría nada importante. ¿Tiene hermanos?
- Bueno, yo…
- Seguro que son artistas, o una mierda maricona por el estilo. Putos. Basura. Parásitos. ¿Sabe qué opino? Opino que Ud., sí: Ud. está de más en el mundo. Escoria de mierda. Arrastrado. Viene aquí ¿a qué? A mendigar un puestito. A lamerme el culo lo mejor posible. Ojalá esté pasando malos momentos, se lo deseo de corazón, ojalá su abuelita esté por reventar y necesite dinero desesperadamente. Casi me veo tentado de darle el trabajo para convertir su vidita en un infierno, volverlo loco de angustia y torturarlo hasta el fin de sus días, forro de mierda.
- Perdone pero yo…
- No lo perdono. No merece perdón, bufarrón barato. Es maravilloso vivir en un país de mierda como éste y tener un poco de poder, es fantástico. Puedo jugar con las vidas de mucha gente, soy Dios, ¿me entiende? Dios ¿No lo sabe, no es así? Ud. jamás tuvo poder sobre nadie. Sueña con ese día ¿no es así? Con trabajar duro y llegar, ¿no es así? Siga soñando imbécil. Aprenda. Puedo ordenarle que le haga una fellatio a mi perro enfermo. Y lo hará. Sé que lo hará, prostituta. La ambición y el miedo a la miseria son muy poderosos, ¿entiende, piojo maloliente ?
El candidato se quedó mirando perplejo, parpadeando, pálido y confuso. El Jefe Carter aulló:
- ¡¡Váyase a la mierda, retardado, hijo de puta!! ¡No me haga perder más mi tiempo! ¡Fuera de mi vista antes de que llame a Seguridad!. – y sin esperar tocó el botón del conmutador – ¡Seguridad, rápido! Aquí hay un individuo peligroso que se niega a irse. ¡Vengan de inmediato, quiere atacarme!
Vacilante, el muchacho se levantó, pero ya era tarde. Dos gorutas con cascos y bastones lo atraparon y comenzaron a darle rápidos golpes en la boca del estómago y las costillas. El muchacho pedía socorro. El Jefe Carter, sonriendo excitado pidió aún:
- ¡Golpéenlo más! ¡Con el aerosol en la jeta! ¡Es muy peligroso!
Cada vez que había selección de candidatos era igual. El Jefe Carter siempre pedía uno de más, y de entre ellos, según la cara, el momento o lo que sea, uno recibía este tratamiento. El Jefe Carter hacía esto desde hacia varios años por sugerencia del médico, y le hacía verdaderamente bien. Muchas supuestas búsquedas no eran en realidad más que necesidad del Jefe Carter de divertirse un rato mediante una sana descarga de tensiones.
El goruta le lleno la cara de spray de autodefensa. El muchacho boqueó desesperado, los ojos le quemaban, no podía respirar. Cuando el Jefe Carter asintió por fin satisfecho lo arrojaron a la calle brutalmente.
No hay que creer que estas diversiones eran totalmente impunes. En cierta ocasión un candidato perdió un ojo por un golpe mal dado. La familia inició acciones judiciales contra el diario y obtuvo una severa condena que significó al periódico una multa de 4 dólares. El periódico progresista Docena de Huevos lo calificó como « Un resonante triunfo de la justicia y el civismo".
Más calmo, el Jefe Carter puso de nuevo cara seria y esperó al siguiente candidato.
Richard de las Mercedes del Cioppo era un joven atildado, de rostro encantador, traje impecable y peinado con un jopo engominado muy años ’50. Llegó con una bolsa de compras en la mano y tomó la palabra primero.
- Lo siento, he llegado 12 segundos retrasado porque he tenido que ayudar a mi abuelita con el discurso que pronunciará en la Sociedat de Damas de Caridat Saint Louis Vuitton. Están preparando una gran colecta para dotar a la guardería de la policía de mamaderas, pañales, picanas y libros de texto para enseñar a los niños a quemarlos… el Señor es mi pastor, y yo soy sólo una pequeña cabra.
- Ahórreme eso, Ud. sin duda es un homosexual.
- Jamás, eso es pecado.
- ¿De qué agencia de empleo viene?
- Slaves&Bulldozers.
- Conozco al dueño. De joven quería ser literato, se dedicaba a esas mariconadas de escribir hasta que descubrió su verdadera vocación: traficar con carne humana de segunda, como Ud.
- Acepto su cumplido.
- ¿Asesina niños y se los come?
- Todos somos hijos de Dios.
- Insisto, tiene Ud. cara de bufanda.
- De ninguna manera. El pecado no entrará en la casa de San Justo.
- Se hace romper el culo bajo los puentes.
- ¿Acaso Dios no le dijo a Abraham : "Vete, oh pelotudo"? Epístola a los Tarúpidos, Versículo III , mano derecha al fondo.
- Bien, me convenció. Ahora sorpréndame de una vez. Tiene un minuto.
- Soy un humilde trabajador, vengo a ofrecer mi corazón.
Dicho esto rebuscó en su bolsa y sacó un precario paquete de papel de diario (diario de la competencia, por supuesto). Lo depositó sobre la mesa y lo abrió. El Jefe Carter se inclinó
- ¿Qué es esta porquería?
- Un hígado humano – dijo Richard de las Mercedes muy serio y preciso.
- ¿Trabaja en un hospital ?
- No, es de una estudiante universitaria. Muy fresco, sólo tiene unas horas desde que fue sacado de su sitio.
- …
- Bensonanjeches
- ¿Qué dice?
- Bensonanjeches, ¿no le dice nada ese nombre?
- ¿Se refiere al asesino serial ?
- Exacto. Bensonanjeches. El asesino serial más misterioso que hubo jamás en Ciudad Crónica. Mata porque sí, y a cualquiera: ancianas de 80 años, contadores aburridísimos, amas de casa, colectiveros, millonarios, cantantes de cumbia, prostitutas, escolares. No tiene patrón, a algunas personas las somete a torturas espantosas y a otras simplemente les encaja un tiro o un garrotazo. Es tan versátil que la policía no está segura de atribuirle varios crímenes sin resolver. Está lejos de ser un loco o un psicópata, mata por el simple placer de matar, para él es como la alegría de vivir. Un hobby inocente. No quiere vengarse de nadie y se llevaba perfecto con su madre y su padre, a quienes ama. Es verdaderamente feliz porque el Señor está con él y lo protege de todo mal.
- ¿Y Ud. cómo sabe todo eso ?
- Porque es amigo mío.
El Jefe Carter lo miró con desconfianza. Richard de las Mercedes sonrió con su sonrisa franca y agradable.
- Oh, no, no. Yo no soy él. No, por favor, no estoy a su altura, ¿sabe? Un respetado crítico de arte ha afirmado que lo que Bensonanjeches hace son realmente obras de arte; un arte verdadero, visceral en el sentido literal de la palabra, profundo. Algo que por fin nos hace sentir de verdad. Bensonanjeches es el artista que esta sociedad necesita: sincero, valiente, que nos sacuda, nos dé escalofríos y nos saque de este aburrimiento mortal.
- No entiendo nada de arte ni me interesa. Noticias, yo quiero noticias. Realidad al instante, tiempo real. El público quiere estar en vivo y en directo con la noticia en su mesa, el cadáver con su desayuno. Quiero noticias YA.
- Y las tendrá Mr. Carter.
Su celular sonó.
- ¡Hola! ¿Qué tal? Si… justamente… claaaaaro… si, si… por supuesto… bien
…perfecto, esperá un segundito ¿eh? – ¿Quisiera atender a un amigo mío Mr. Carter ?
- No me diga que…
- En efecto, es él. Si tiene la bondad...
Richard pasó el celular al Jefe Carter. El Jefe Carter escuchó un alarido y un ruido como de hamburguesas a la plancha. Luego otro alarido espantoso.
- Es él, está trabajando duro esta semana. Se trata de su última obra, por lo que me ha contado será algo bonito. Dentro de dos horas estaré en condiciones de decirle el sitio exacto de ambos cadáveres: éste y el de la chica.
El Jefe Carter lo miró sorprendido, luego reaccionó y preguntó:
- ¿Es… siempre así? ¿Puede Ud. anticipar cada caso ?
- Exacto, con la ayuda del Señor.
- ¿Siempre ?
- Bensonanjeches es mi amigo. Un amigo de los que ya no quedan, de fierro como quien dice. Un hombre de misa diaria. Siempre me dará la data precisa.
El Jefe Carter lo miró fijamente, demostrando ya estar francamente impresionado.
- Esperaré esas dos horas.
IV - No se preocupe, muchacho
El Daily Papas pudo saborear el placer de que uno de sus reporteros llamara a la policía.
Dos cuerpos. El de la muchacha, bajo un puente en la zona Sur de los suburbios, sin el hígado y con un vulgar tiro en la cabeza.
El segundo fue un trabajo excelente. Resultó ser Tufic Memet García, comerciante. Fue encontrado en el fondo de su almacén, sentado en un sillón rojo con la cabeza cortada en las rodillas y un cigarrillo en la boca. En el lugar de la cabeza, encajado en la columna vertebral, un rollo de papel higiénico con unos ojos y boca dibujados en una graciosa carita. Los dedos de las manos estaban cortados y dispuestos por toda la habitación de forma muy graciosa: uno en el cenicero a modo de cigarrillo, otro dentro de un pocillo de café, otros dos en el enchufe… pero en la escena del crimen sólo se encontraron nueve dedos, revelándose el pequeño misterio en la autopsia: el décimo estaba metido en el culo.
- Bensonanjeches ama hacer estas bromas. Es su estilo, y también su forma de decirnos que aún en los momentos más difíciles y trágicos, no debemos olvidar la sonrisa. – Richard sacó un pañuelo y se pasó la punta por los ojos – perdone si me emociono a veces…
- No se preocupe, muchacho.
El Jefe Carter se comunicó con su secretaria
- Adolfa, tómeme las llamadas, voy a mostrarle a este muchacho su escritorio y a presentarlo en sociedad.
V- Epílogo
Graham Voligoma, ex reportero estrella del Daily Papas, consiguió un buen laburito como RRPP de la Secta Moon.
Mientras tanto, en la Gran Ciudad Crónica, una nueva hora comienza...
7 Comments:
El guiño de los nombres está buenísimo... ni qué decir el sistema de elección de personal, que no dista mucho de la realidad... Muy bueno lo suyo.
"El periódico progresista Docena de Huevos..." Mortal.
Felicidades, todo muy rico.
Por qué la mudanza?
Saitzsha: Vamos, no me halague, ¿quiere?
EP: Buena sugerencia, pero si prestás atención, el justificado no sirve demasiado si hay mucho diálogo (como en este caso), ya que las frases en general no ocupan todo el renglón. ¿Entendés o lo digo más despacio?
La Viga: Es una cuestión estadística. Habrá gente a la que le gusten mis cuentos y no le interesen las huevadas que pongo en Jugo de Ladrillo. Habrá a quien le copen más las cosas relacionadas con la política, y pasará por Barricada Bolche.
Claro, es más incómodo para aquel a quien le guste TODO lo que posteo. Pero de esos cuántos puede haber??
Mecache. Siempre las estadísticas me jugaron en contra. Será de dió...
Aunque por la zona de barricadas, dudo que pase, usted es un hallazgo literario.
Me alegro por mi.
sos mi guruuuuuuuuú
no justifiques un joraca.
Ni texto ni ninguna cosa.
execelente crónica.
kicks asses.
besote
Muy bueno, pero supongo que se le va a complicar mantener actualizados los tres blogs...
Gracias... haremos lo que se pueda.
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